El agua es el medio ideal para hacer ejercicio durante el embarazo. Sumergirse en el agua reduce el peso fisico, ya que al aprovechar la flotación se apoya solo el 50% del propio peso, evitando asi el riesgo de lesiones. Además de estas dos ventajas unimos el trabajo muscular. El agua sirve como resistencia facilitando la tonificación muscular. Y lo más importante: en el agua se activa la circulación sanguínea facilitando el drenajé linfático, evitando así la hinchazón y retención de líquidos tan temidas y propias del embarazo.